14.7.08

Tengo un cráneo adornando una repisa de mi librero, no está blanqueado sino apenas un poco lacado. Fue un regalo inesperado de fines de curso, de parte de un compañero en la preparatoria cuyo abuelo era médico y recién había fallecido, nadie quería sus cosas. Poco sé de quién fue en vida. Mi amigo me dijo que a lo más es un hombre de unos 40 años, probablemente provenga de una fosa común. Lo databa de tiempos de la Revolución. Quizá sea una víctima anónima del combate.

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Historias de gigantes: no recuerdo qué familiar de algún pueblo lejano del norte, de visita esporádica en la ciudad, me contó hace más de 25 años varias historias de gigantes. Me hablaba de minas donde de pronto surgía un esqueleto humano inmenso. Lo reducían a polvo y con eso preparaban una sopa colectiva donde a todos los niños se les daba a tomar del potaje "para que se hicieran fuertes", en medio de una fiesta donde participaba todo el pueblo.

Me dijo también que había un gigante que robaba de noche las casas. El pueblo se organizó y lo mató. Según mi pariente, su cuerpo tuvo el mismo destino que sus demás congéneres.

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Quedan pocos museos donde se respire el aire de los tiempos que nos precedieron. Recuerdo el esqueleto del dinosaurio en el Museo del Chopo, elevado entre pedestales y alambres, en medio de un cuarto amarillento, rodeado de especímenes conservados en formol. O un feto petrificado intra utero en Santo Domingo. Las momias de algunos monjes, de rostros desencajados y efigies turbias. Un aroma a madera quemada en el aire.

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Tengo un diccionario médico alemán-español que data de 1872. Hojeándolo encontré en una página una huella trazada en un tono ocre apagado. Es a todas luces sangre. Un dedazo dejado mientras se consulta, apresurado, una palabra difícil. No sé con exactitud qué palabra fue la que provocó la duda. La página describe los procesos de autopsia.

El presentimiento me impactó tanto que la noche en que lo descubrí soñé toda la escena, incluso el instante de la duda. Toco la página y, sin darme cuenta, dejo una mancha irreversible.