6.6.08

Las últimas dos semanas han sido indescriptibles, de sueños terribles que, lamentablemente, se olvidan al despertar. No se drenan. Y luego, irrumpen ataques de insomnio incomprensibles, como una luz de fondo sin origen y destino. Me ronda en la cabeza el término de "hiperlucidez", no en un sentido de una inteligencia privilegiada, sino como una luz de alerta proyectándose como al final de un túnel. La mente se llena de imágenes, al serle imposible darles otras sustancias. Se navega por las tinieblas.

Recién leí con desagravio a alguien que afirmaba tajante que "no había inteligencia posible a desarrollar desde la tristeza", yo estoy seguro que eso no es verdad: En todo hay un poco de oscuridad, hasta en la luz. Según esto, ¿cómo queda Cioran?

En cambio, la risa casi siempre está fuertemente ligada al olvido.