14.11.07



Ayer tuve en mis manos la primera edición conocida por Occidente de la Iliada y la Odisea íntegras, aproximadamente del S. XV. Y un ejemplar de la primera edición de la demostración de Galileo. Y una hoja original de la Biblia de Gutenberg. El hombre que es su dueño es una de las personas más generosas y humildes que he conocido. Ha dedicado su vida al estudio de Homero. Para esos fines, ha estado en todos los continentes menos uno. Robert Graves mismo le dijo, respecto a su teoría, que aunque nunca llegara a una conclusión definitiva, el valor radica en la búsqueda. Fueron cuatro horas de conversación, a la expectativa de que serán muchas más.

Con todas las reservas, pero la lucidez y humilde serenidad de este hombre hizo que lo comparara fuertemente con Ernst Jünger.

El día de ayer fue un día que tardaré mucho tiempo en asimilar...